Para conseguir una cobertura perfecta, evitando el temido efecto máscara, aplica el maquillaje fluido con los dedos para un resultado más natural, o bien con una esponja o pincel de base para lograr una cobertura más completa.
Deposita pequeñas cantidades en tres puntos del rostro: frente, mejillas y barbilla. Después extiende hacia fuera de la cara y difumina la parte del cuello. Es mejor hacerlo mediante suaves golpecitos y sólo arrastrar un poco al llegar a la línea del pelo, la mandíbula y los contornos de nariz y ojos.