Previamente se tendrá a remojo el bacalao en agua fría durante 24 horas cambiándole durante ese tiempo el agua unas 3 veces.
Después se escurre bien el pescado y se pone a templar cubierto de agua a fuego suave hasta que aparezca un poco de espuma. En ese punto se retira del fuego y se retiran cuidadosamente las espinas que pueda tener.
Poner a calentar en una cazuela de barro el aceite de oliva y dorar en él los ajos cortados en láminas, una vez dorados, se retiran de la cazuela y se deja enfriar el aceite. Introducir entonces los lomos de bacalao con la piel hacia arriba y añadir la nata líquida y un poco de agua fría.
Llevar la cazuela nuevamente al fuego y dejar cocer suavemente durante 15-20 minutos, añadiendo cada cierto tiempo un poco de aceite de oliva y un poco de agua hasta que la salsa esté emulsionada. Servir caliente.
Observaciones
4 personas
La única dificultad del plato es conseguir que la salsa quede ligada, para conseguirlo, es necesario mover la cazuela suavemente durante la cocción para ayudar a que la salsa quede emulsionada y cremosa cubriendo los lomos de bacalao.