Añadir el calabacín, la menta y la mitad del queso al batido de huevo. Mezclar bien.
Calentar el aceite en una sartén que se pueda meter en el horno. Verter la preparación cuando el aceite esté caliente y dejar cuajar a fuego bajo durante 10 minutos.
Espolvorear por encima con el resto del queso y gratinar en el horno durante 3 minutos hasta que la superficie esté dorada. Sacar y servir.